Agro
La alimentación de los cerdos en la industria porcina colombiana ha alcanzado altos estándares de precisión y hoy en día 100% de las granjas instaladas utilizan dietas específicas para cada fase de la vida como la reproducción, la lactancia, el crecimiento o el engorde.
Sin embargo, existen algunas versiones populares sobre que los cerdos se alimentan con sobras de comidas, de cosechas o desechos orgánicos de otros procesos. Nada más alejado de la realidad.
La industria porcícola colombiana no alimenta sus cerdos con desechos de ninguna clase. No sólo no es prudente, sino que es inviable desde el punto de vista financiero, nutricional y de salubridad.
“Desde hace muchos años en la porcicultura industrial no se utilizan desechos orgánicos o residuos de comidas como alimento. Tiene muchos problemas, empezando por que no se garantiza que el animal se alimente de acuerdo con sus requerimientos. ya que no se pueden medir los nutrientes”, explicó Sebastián Montoya, zootecnista y experto en nutrición de cerdos.
la utilización de desperdicios orgánicos no sólo no se usa porque no es ni necesaria ni adecuada nutricionalmente, sino porque la cantidad que se necesitaría y la logística para conseguirla, procesarla y almacenarla no es suficiente.
Las dietas que se le dan a los cerdos son completas y su base son materias primas como maíz y tortas de soja, con adiciones controladas de minerales, vitaminas y complementos según las necesidades. Todo viene en la porción de dieta de cada animal y no es necesario suministrarle más comida de ninguna clase.
En nuestro país, algunos campesinos con entables pequeños, llamados traspatio, alimentan sus cerdos con desperdicios o sobrantes de frutas, verduras, tubérculos, etc., pero son ejercicios aislados que no entran en el ciclo de la industria porcícola.
“En menos de 1% de la porcicultura colombiana, en productores campesinos muy pequeños para consumo familiar, de pronto dan alimentos complementados con frutas, granos, tubérculos, etc.”, explicó.
Esa práctica requiere de conocimientos. Uriel Gómez, uno de los productores más grandes de Antioquia, explicó que, “cuando se van a utilizar estos elementos como frutas, follajes, tubérculos, etc., lo primero que hay que hacer es un estudio bromatológico, para mirar cuál es su aporte nutricional”.
A nivel industrial, existen algunos ejercicios en Brasil donde varias granjas aprovechan el suero que queda como remanente en la producción de quesos, pero en Colombia no se conocen granjas con esta práctica, ni con otro producto de desecho.
La alimentación de cerdos con desperdicios y sobrantes orgánicos tiene otro riesgo muy peligroso. La descomposición de estos por mal manejo, por falencias en las cadenas de fríos, generan contaminantes que pueden ser tóxicos y nocivos para los animales.
Incluso se sabe que la yuca, por ejemplo, tiene acido cianhídrico. Si se proporciona en algunas circunstancias, puede causarle una anemia aguda a los animales que los puede llevar hasta la muerte.
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